
El dispositivo intrauterino (DIU) es una de las opciones anticonceptivas más eficaces disponibles actualmente. Se coloca en el útero para prevenir el embarazo de forma prolongada y reversible, sin necesidad de tomar pastillas diarias. Existen dos tipos principales: el DIU de cobre, que no utiliza hormonas, y el DIU hormonal, que libera levonorgestrel. Aunque para muchas mujeres ofrecen una solución cómoda y cómoda, también es importante conocer sus características, cómo se instalan y los posibles efectos que puede producir esta opción.
¿Qué es y qué tipos existen?
El DIU es un pequeño dispositivo en forma de T que una profesional inserta en la cavidad uterina. El DIU de cobre crea un ambiente hostil para los espermatozoides, haciendo que no puedan fecundar un óvulo; ofrece protección hasta por 10 años y es ideal para quienes no desean hormonas. El DIU hormonal, en cambio, libera una dosis baja de levonorgestrel, engrosando el moco cervical y alterando el endometrio; su duración suele ser de entre 3 y 8 años, dependiendo del modelo (es decir, Mirena, Kyleena…) {CITATION_START}cite{CITATION_DELIMITER}turn0search3{CITATION_END}.
Ventajas y consideraciones.
La principal ventaja del DIU es su eficacia: supera el 99 % de protección contra el embarazo {CITATION_START}cite{CITATION_DELIMITER}turn0search5{CITATION_END}, sin requerir atención diaria ni interrumpir las relaciones sexuales. Además, ambos tipos son reversibles: al extraerse, la fertilidad vuelve. El DIU hormonal puede reducir los sangrados abundantes o calambres menstruales, mientras que el DIU de cobre resulta útil para quienes prefieren ausencia de tratamientos hormonales.
Por contra, no protege frente a infecciones de transmisión sexual, por lo que su uso recomendado en parejas monógamas o siempre acompañado de preservativo si hay riesgo {CITATION_START}cite{CITATION_DELIMITER}turn0search3{CITATION_END}. Algunas mujeres reportan efectos secundarios: el de cobre puede causar reglas más intensas al principio, y el hormonal puede provocar manchado irregular o sensibilidad.
Cómo es la colocación del DIU.
El procedimiento se realiza en una consulta médica. Primero se hace un examen pélvico y, en algunos casos, pruebas preliminares como detección de embarazo o infecciones. Luego, se introduce el DIU con ayuda de un espéculo y una guía estéril; suele durar pocos minutos y puede generar molestias o calambres durante y después de la inserción. Se recortan unos hilos finos que quedan visibles en la vagina, para asegurar un control posterior. Es normal sentir sensibilidad en los primeros días; se recomienda una revisión al mes y luego anual para revisar su posicionamiento {CITATION_START}cite{CITATION_DELIMITER}turn0search3{CITATION_END}.
¿Quién puede usarlo?
El DIU está recomendado para personas que buscan una protección efectiva sin necesidad de ocupar el sistema diario (como la píldora), y que no tengan contraindicaciones médicas. El hormonal suele indicarse en casos de reglas abundantes o dolorosas, mientras que el de cobre es la opción ideal si se prefieren métodos sin hormona. Sin embargo, no es adecuado si existe riesgo de infecciones pélvicas o en ciertas condiciones uterinas.
En mujeres jóvenes, sin hijos o en etapas de cambio hormonal (como la premenopausia), sigue siendo una opción válida, aunque debe valorarse individualmente {CITATION_START}cite{CITATION_DELIMITER}turn0search7{CITATION_END}.
Posibles efectos y seguimiento.
- Expulsión parcial o total: aunque poco frecuente (menos del 1 %), puede ocurrir, especialmente en los primeros meses o en mujeres jóvenes {CITATION_START}cite{CITATION_DELIMITER}turn0search3{CITATION_END}.
- Sangrados o manchado: frecuentes en los primeros 3–6 meses; suelen mejorar con el tiempo.
- Calambres o molestias pélvicas: típicos tras la inserción, minimizables con antiinflamatorios y descanso.
- Perforación uterina: muy rara, pero se informa al colocar el DIU. Se evalúa previamente para reducir riesgos {CITATION_START}cite{CITATION_DELIMITER}turn0search3{CITATION_END}.
El seguimiento con el profesional de salud garantiza que todo esté en orden y que el DIU mantenga su eficacia.
Conclusión:
El DIU es una herramienta de valor para quienes buscan un método anticonceptivo de larga duración, eficaz y reversible. Tanto el DIU de cobre como el hormonal tienen beneficios específicos que se adaptan a diferentes necesidades, aunque es esencial contar con un buen asesoramiento médico y revisiones periódicas.
Al fin y al cabo, la elección de un método no debe basarse en opiniones generales ni en mitos, sino en una decisión consciente, informada y empoderada, apoyada en evidencia científica y personalizada a cada cuerpo y etapa de vida.